Carolina Kobelinsky
Rennes (Francia), 29 de Mayo de 2022
Es miércoles por la tarde y hay solcito. Vamos al pequeño mercado al aire libre en el Mail. Mientras le compro una crêpe a mi hija veo que al lado hay un puestito muy precario —dos cajas de cartón nomás, una sobre la otra— donde un señor vestido de traje color verde agua vende libros. Se me ocurre que es un predicador, tal vez de una iglesia evangélica, tal vez de Camerún. En esas estoy cuando avanzo unos pasos y veo que el señor vende sólo un libro, cuya tapa es casi del mismo verde del traje. Y leo “migrants” y “Belyounech”. Avanzo otro paso más, le digo a mi hija que me aguante un segundo y me paro frente a los libros. Hola, digo. ¿Belyounech es en Marruecos, no? El hombre afirma, amable, pero no muy locuaz. Le pregunto entonces si siempre pone el puesto en el mercado porque nunca lo vi. Me dice que está de paso. Ah, ¿está dándole una mano a un compañero…? No, no, estoy de paso porque vivo en Canadá y vine unos días a buscar mi titre de séjour. El libro lo escribí yo, me dice. Qué bien. ¿Estuvo mucho tiempo en Belyounech? Estuve muchos años en Marruecos antes de llegar a Europa y Belyounech es un sitio… no es fácil, no hay hombres por ahí, ¿conoce Marruecos? Un poco, le digo, pero sobre todo del otro lado, por el Gurugú. Yo no estuve por Nador pero Belyounech es un sitio… no son condiciones de vida, no hay nada, sólo jabalíes. Se nos acercaban, no están acostumbrados a ver hombres pero no nos hacían nada. Creo que nos veían tan desamparados {désemparés], porque no teníamos nada de nada, nos veían tan desamparados que nos aceptaron. Cuando escribí el libro quise contar la experiencia y hablar de la hospitalidad de los jabalíes pero después el editor no quiso que fuera el título. Me dijo que no era posible porque no era una ficción lo que había escrito. Pero yo cuento eso, cómo los jabalíes nos permitieron estar ahí, compartieron el espacio y hasta la comida con nosotros. Efecto guau inmediato. Mi hija me habla, tenemos que irnos. Le pregunto al señor cuánto sale el libro. 27 euros. No me quedan más que doce, perdón. Muchas gracias por la charla. A usted.
Nos fuimos.
Tendría que haber ido a sacar plata y comprarle el libro. Y seguir charlando. Qué tonta.
A la noche lo busqué en internet. El autor del libro y puesto del mercado es Jean-Louis Edogué Ntang. También es doctorando en antropología. Su libro se llama Vie des migrants dans la forêt de Belyounech. Y tiene como subtitulo, en un tamaño mucho más chiquito por cierto, L’hospitalité des sangliers. Fue publicado en 2021 por L’Harmattan.