David Casado-Neira
Hamburg (Alemania), Mayo de 2023

Había visto ya a este hombre recogiendo botellas por las calles de la ciudad, y no era el único, pero sí el único que lo hacía en zapatillas de deportes y dos grandes bolsas de polipropileno corriendo de papelera en papelera sacando los cascos de las botellas vacías. Se pagan entre 0,15 y 0,25 céntimos cuando se devuelven en las tiendas. Una medida de reutilizar envasas de vidrio que ya estuvo vigente cuando aun íbamos al colegio.
La acción “Pfand gehört daneben” nace por iniciativa de una empresa de bebida de Hamburg (https://www.pfand-gehoert-daneben.de/). Se puede traducir como: “Deja los cascos al lado”, para no tirar los envases en la papelera. Según palabras del iniciador: “La iniciativa de fritz-kola „Pfand gehört daneben“ es un proyecto muy personal a favor de las y los recolectores de cascos vacíos. Es nuestra misión crear un movimiento social de la mano de la sociedad y de los fabricantes de bebidas para facilitar la recogida de cascos. Es evidente que esta no es la solución al problema de base. No evitaremos así la pobreza, pero podremos contribuir un mínimo a mejorar la situación de las mujeres y hombres que recolectan cascos. O dejas tu botella al lado, o dejas que revuelvan en las papeleras”.
En Hamburgo, pero también en otras ciudades, es fácil encontrar pegatinas en las papeleras con el eslogan. A veces, también, hay botelleros propios instados, por ejemplo, en farolas. De esta forma los recolectores (casi siempre hombres) —los glaneurs del documental de Agnès Varda— no tienen que rebuscar en las papeleras. Sintecho, inmigrantes, solicitantes de asilo, parados, refugiados, o pensionistas. La competencia puede ser grande. La idea es que de esta forma los cascos son más fáciles de recolectar. Aun así siempre meten las manos o un palo por las aberturas de las papeleras para asegurar la presa. Recolectores que cumplen una función en el ciclo del reciclaje, recuperan botellas que irían a parar a la basura genérica. Se convierten así en seres productivos y útiles del reciclaje, adquieren un sentido en el paisaje urbano. Han pasado a integrarse en las noches de botellón como una elemento más con su equipo de caza: bolsa y palo. Son los rescatadores de lo que tiene valor y precio, de lo que no estaba destinado a ser simple basura. No es infrecuente ver gente que les da sus botellas directamente, otros esperan a tu lado a que acabes tu cerveza para pedirte la botella. Son los cazadores-recolectores urbanos de los atardeceres y las noches.