María Martínez
Sao Paulo (Brasil), 26 de Junio de 2023
Poco he recorrido por Sao Paulo en estos dos días que llevo aquí. La Avenida Paulista y el barrio de San Amaro. Sobre todo en el primer lugar, más céntrico, eje financiero de la ciudad, del Estado y del país, la intensidad de las imágenes de cuerpos en la calle y de sus refugios es impresionante (ver esta viñeta). Muchas pueden ser las lecturas de estos cuerpos y sus refugios. Sobre una hemos puesto la mirada en el proyecto: las materialidades. Así hay viñetas sobre la manta como refugio (esta, esta o esta), la tienda de campaña (ver esta viñeta) o la idea de autofabricación (ver esta otra).
Me interesa aquí centrarme en los cuerpos y en un detalle que habitualmente percibí. Lo único que hacía confirmar que bajo esa manta había un cuerpo era que se veía el pie (como en la foto que va más abajo).
En un jardín por el que pasee estos días, un hombre que claramente era habitante de la calle, se limpiaba los pies. Ponía especialmente atención a uno de sus pies que tenía una gran llaga, en carne viva. Su limpieza era su curación. Mucho dicen los pies de quienes residen en la calle: tienen marcas, sufren por los cambios de temperatura, por el contacto con el suelo y la calzada, por las caminatas en busca de lugares de refugio (un comedor, un lugar donde lavarse, un lugar para dormir…). Son pies —y cuerpos— del abandono y portan sus marcas.