Tokischa
Home » Dando cuenta » Tokischa: ¿hipersexualidad o hiperrealismo social?

Tokischa: ¿hipersexualidad o hiperrealismo social?

Mariana Norandi

Copyright

Esta mañana en Twitter me encontré un vídeo de una rapera que nunca había escuchado y me quedé desconcertada, sobre todo por la letra de aquella canción que decía:

(…) Quiero meterte en mi habitación/Quítatelo Jordan, quítate el pantalón/Ven, que te espero sin panty/Encima el gabetero te tengo tu condón/Déjamelo lleno de leche/Y no hagamos mucha bulla que mi hermano no sospeche/Que tengo un delincuente en mi cama/Que me rompe el culo en cuatro, después que me lo mama/Vamos corriendo pa’l baño/Méteme pa’ la bañera que ya me sacaste el caño/Sácame mojá pa’ la escalera/Ponme bellaca y putona y grábame perriando encuerá/Metérmelo hasta dentro del clóset/Dame lengua, dame teo, rómpemelo en to las poses (…)

Me puse a buscar de quién era esa canción. Quién era esa artista que cantaba esa letra de tan explícito contenido sexual y que la escenificaba con movimientos y gestos no menos expresos. Se llama Tokischa y es una joven cantante dominicana con un corto pero controvertido historial musical por las letras de sus canciones y por el contenido sexual de sus vídeos en redes sociales, algunos subidos a OnlyFans, plataforma de contenido principalmente pornográfico.

Intento estar al día de la producción musical de las nuevas generaciones porque imparto una asignatura en un máster de comunicación y género que se llama “Periodismo cultural con perspectiva de género”. Al ver este vídeo, como en otras ocasiones, pensé en mis alumnas, cómo plantear estas obras y cómo sería el debate con ellas.

Pasé mi adolescencia y una gran parte de mi juventud en Barcelona en un entorno en donde el rock formaba parte de mi proyecto de vida. En aquellos años ochenta, lo controvertido estaba en grupos de punk rock como la Polla Records o Siniestro Total, tanto en la estética, la filosofía, la crítica social que contenían sus canciones y los conciertos que eran el espacio en donde más intenso todo aquello se vivía. Desde un punto de vista sexual, las letras de los chicos no eran muy cuestionadas –alguna de ellas hoy seguramente lo serían- sin embargo el “Me gusta ser una zorra” de las Vulpes, que rompían con la idea de amor romántico, o la explicación de cómo se podía masturbar una mujer de Nina Hagen en un programa de televisión era, en aquel entonces, lo más socialmente irreverente. ¿Pero por qué entonces las chicas punks me parecían maravillosas, valientes y que rompían con los prejuicios morales y roles machistas y hoy, chicas como Tokischa me producen conflicto? ¿será la edad que hoy tengo y que no he evolucionado? ¿o hay algo en este movimiento musical que no comprendo? Quizás, pensé, tenga que ver con la representación del cuerpo. El de estas chicas, hipersexualizado, me sitúa más en las fantasías sexuales masculinas que en las de las mujeres. Puede ser, no sé, sigo dudando.  Y me voy a buscar más sobre quién es Tokischa.

Es una cantante de 26 años nacida en un entorno de mucho vacío, social y familiar, de la República Dominicana. Siendo niña su madre se fue a Estados Unidos y su padre cayó en la cárcel. Entró muy joven al mundo de las drogas y de la prostitución y lleva apenas cuatro años en la música como profesional. Hoy es conocida como la reina del dembow, y ha encontrado en este ritmo dominicano una vía para contar historias. Historias de sus historias. En una entrevista concedida a RTVE la cantante sostuvo:

“Yo pienso que esa gente que lo critica [las letras de sus canciones] no quiere aceptar la vida tal y como es. El dembow y la música urbana en general son la expresión del barrio y del bajo mundo, de lo que se vive. Si el trap te habla de delincuencia y de armas es porque eso existe, no porque se lo esté inventando el artista. No podemos ignorar esas realidades. La prostitución igual, eso existe de siempre, y si hablan en las canciones de ello, es porque es así. Si esa persona que critica se siente muy pulcra pues quizá sea  porque no quiera saber de estas realidades ni que salga a la luz todo eso, pero nosotros  cantamos de lo que vivimos, y eso es inevitable.» (Martín, Miriam (2021) “Conoce a Tokischa, la reina del dembow: ‘El que critica nuestras letras no quiere aceptar la vida tal y como es’”. RTVE, 15 de mayo. Consultado aquí.)

Esa entrevista me confundió aún más. ¿No será que Tokischa canta lo que no vemos (o no queremos ver) y por eso incomoda? Las Vulpes, Nina Hagen y la Polla Records hablaban de un mundo que yo conocía bien, que me rodeaba y que, si bien lo cuestionaba, era mi mundo. Tokischa no, habla de un mundo que no conozco, que me cuesta ver y que no sé si quiero ver. Mundos destrozados, en donde la vida no vale nada. Quizás su hipervisibilidad es una forma de hacer visible lo invisible, sea en realidad un hiperrealismo social. No lo sé. Les preguntaré a mis alumnas, que son contemporáneas de Tokischa, a ver qué opinan.