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De pulpos, zombis y expertos

Gabriel Gatti

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Primer intento de llevar a cata – reseña -comentario algo así. Saldrá mal, necesariamente: no sé comentar textos salvo si sus temas me dejan escaparme y traer de vuelta conmigo cosas que decir sobre lo que los textos cuentan. Pero de los textos no sé decir nada con sentido, bien armado, qué sé yo, «profeshional» de las estrategias narrativas, las estructuras del argumento… Envidio a Jaume Peris cuando le escucho hablar de libros o de tesis, o cuando he escrito con él: se dispone ante un texto como ante una cosa, y fríamente la destripa con una precisión que no puedo desplegar.
En esta fase de ViDes nos hemos propuesto identificar todo esos que digo que no sé identificar (estrategias, recursos, estructuras) en lo que leamos o veamos. Tiene una ventaja: no importa de qué sea que trate eso que leamos o veamos, importa como lo cuenta.
Empiezo entonces por dos textos que hablan de «desaparición social» o de «refugio» pero muy a contrapelo: uno (Guerra Mundial Z, de David Brooks) está lleno de zombis y el otro (Autobiografía de un pulpo, de Vinciane Despret) de animales que escriben. Ambos textos tienen en común lo evidente: son dos distopías y como todas las distopías que soy capaz de entender exageran lo que en el presente es raro haciéndolo normal, muertos vivientes en un caso, animales sintientes, parlantes, escribientes en el otro. No es muy de ViDes eso; o sí es, qué sé yo, que a fin de cuentas, en el fondo fondito, en este programa de investigación buscamos entender esas cosas y en este proyecto, además, saber cómo contarlas.
Pero a lo que iba, las estrategias narrativas. Los dos acuden al mismo ¿truco?: el texto se enuncia en un futuro donde lo que cuenta es norma y quienes hablan son expertos.
En Guerra Mundial Z el texto toma la forma de informe, en distintos episodios, que un funcionario / activista (Gerry Lane, el gran Pitt en la película homónima) redacta para algo parecido a las Naciones Unidas una vez que las guerras ya pasaron. Es literatura gris salpicada de colorido zombi: describe fríamente, sitúa, relata, interpreta. Empirismo abstracto al palo; pero zombi.
En la Autobiografía de un pulpo (en realidad, en textos de ese libro: «La investigación de los acúfenos», «La cosmología fecal del wómbat común y del wómbat de nariz peluda») Despret acude a otra estructura narrativa fría, el archivo, uno futuro, o pasado, de una asociación científica de orientación singular, la terolingüística en un caso, la teroarquitectura en otro, que contiene cartas entre sus miembros o discursos de sus presidentes que, en un tono gris pero curioso, académico pero centrado en cosas de ese sentido común pero no del actual, cuentan como si tuvieran sentido cosas que no condicen con nuestros actuales mapas de sentido: escrituras colectivas de arañas enredadas, relatos en tres dimensiones hechos con excrementos de insectos. Cosas así, que dejan ver animales que escriben, piensan, relatan. Cuentan autrement.
Es un buen recurso, sobre todo en el segundo caso: una novela de ciencia ficción escrita con recursos de académica, hasta citas de autoridad y referencias, una ficción académica con aire positivo.