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Raid Gallaecia

David Casado-Neira

Vigo, Octubre de 2021

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La Raid Gallaecia es parte de la serie de la Adventure Racing World Series. Es una serie de competiciones que se reparten a lo largo del globo con carreras. En ellas compiten varios equipos mixtos de cuatro personas en diversas disciplinas: mountain bike, trail running/trekking, kayak (mar y río), rápel y coasteering. Tienen 6 días para completar un recorrido de 600 km sin apoyo externo. Cada tramo se hace de forma encadenada en una de las disciplinas (todas incluyen la orientación). Son equipos de gente en un estado físico de alta competición sometido a unas condiciones en las que se mezclan elementos de supervivencia, resistencia y condición física. En 2021 tuvo lugar en Galicia. Toda esta información la obtuve posteriormente a nuestro encuentro.

Me encuentro con una amiga en la Sierra de O Courel, una de las zonas de montaña gallega más apartadas. En un territorio de viejas montañas redondeadas hasta los 1600 m. y valles profundos. Hoy es territorio de turismo de aventuras y verde, ganadería vacuna y explotaciones a cielo abierto de pizarra. Todo a caballo entre la más pura economía extractiva y las viejas prácticas de autoabastecimiento rural. Es territorio minero desde la época romana, y su superficie está cubierta de restos de antiguas minas, herrerías, y fortificaciones prerromanas. En otras palabras, su aislamiento es algo históricamente reciente. Quien vive allí lo hace por cierto convencimiento militante neorural, o por una capacidad de resistencia (que uno sospecha, tiene que ser genética). Son aldeas pequeñas con una población muy envejecida. Folgoso do Courel es el núcleo urbano más grande (1007 habitantes entre todas las aldeas del ayuntamiento). La principal carretera de acceso se encuentra, ahora en 2022, cortada por un desprendimiento como mínimo durante tres meses. El lobo y el oso rondan.

En una de las aldeas pasamos por delante de una casa con la puerta abierta, se ve el dormitorio con un camastro y una única manta. Un hombre mayor está en las escaleras y saluda. De la chimenea aún no sale humo. Ya hay restos de nieve.

Descendemos del Pía Páxaro en dirección a Folgoso. Viento, nubes hasta dónde podemos ver y valles de un verde apagado. La tierra es pizarrosa, negra, acompañada de un cielo oscuro, alrededor pinos, abetos y erinaceas. El suelo se deshace al pisarlo. A medida que descendemos vemos como se nos van acercando equipos en camiseta, zapatillas de deporte y pantalones cortos corriendo hacia una de las cumbres. Leeremos después que algunos fueron rescatados con hipotermia. Un equipo y otro. Gente atlética, musculosos, saludables, sudorosos. Saludamos, nos devuelven el saludo. Todos van a tope, algunos encordados entre sí como si llevasen un perro de paseo. Se oye inglés, sueco, estonio, castellano, portugués, y neerlandés. Un equipo, otro, otro. En 2021 ya han participado en competiciones del circuito en Ecuador, USA, Colombia, Suecia y Australia. Las entidades Xunta de Galicia, Turismo de Galicia y Xacobeo 20-21 subvencionan la competición.

Un poco más abajo en una curva vemos un grupo de lugareños (bonita palabra). Gente anormalmente joven para la zona, algún niño, una docena y media en total. El contraste entre unos y otros no puede ser mayor. Jerseys de lana y forros polares de Decathlon, pantalones de pana y vaqueros, botas de montaña y de goma contra camisetas y pantalones cortos, zapatillas de trail. Gritan pero no jalean a los participantes. Las bocinas son gaitas. Portan una pancarta contra el plan del gobierno autonómico de instalar aerogeneradores a lo largo de la sierra: “Eiquí eólicos non” [Aquí eólicos no]. Una protesta en la que están coordinados más de 50 colectivos de zonas naturales protegidas o de interés reconocido, y ahora en el punto de mira de la industria energética. En el manifiesto de la plataforma que agrupa a todas “Eólica, así non” se lee:

MANIFIESTO POR UN NUEVO MODELO DE desarrollo eólico para Galicia

”Nos encontramos en una situación de espolio energético, en la que Galicia vuelve a ser territorio de sacrificio ante un modelo oportunista y fraudulento de proyectos eólicos fragmentados para esquivar la normativa legal y que invaden nuestro espacio de vida. Cientos de proyectos que devalúan las economías locales, perjudican la calidad de vida de las personas, degradan las comunidades que vivimos en el rural, atentan a la titularidad de la tierra y a la explotación de sus recursos por parte de sus propietarios a título individual o comunitario, deteriorando además el medio natural, el paisaje y el patrimonio.”

No hay cámaras de televisión, no hay prensa en este punto. No hay otro público más que ellos, nosotros dos, y los equipos mixtos que se dirigen a su próximo destino. Gana el equipo del ejército sueco. Deportes de aventura en el extractivismo.