Carolina Kobelinsky
Rennes (Francia), 30 de Mayo de 2023
Es la segunda vez que los veo. Esta mañana. Como la otra vuelta, a eso de las siete y cuarto, cuando paso camino a la estación de tren. La misma escena, salvo por algún que otro detalle, algo así como el juego de descubrir los errores entre dos dibujos semejantes (y después colorearlos).
Lo primero que me llamó la atención la primera vez fue el sombrero de cowboy que llevaba puesto el hombre, ¿quién anda con sombrero del Far West? Luego, o casi al mismo tiempo, fue la suerte de pareo verde fluorescente que llevaba anudado alrededor de la cintura y que lo cubría hasta los tobillos. Y el torso en cuero. Frente a este hombre ojeroso, visiblemente cansado, de unos sesenta años, una mujer rubia de unos cincuenta y tantos (vestida de negro) termina de doblar una camisa que guarda de inmediato en la valija ubicada a los pies del hombre. Al lado, unos zapatos de lona.
Todo ocurre en un lavadero automático vacío. Los miro el tiempo que me toma hacer los pocos pasos que cubren los, no sé, tres o cuatro metros de vitrina.
Y hoy muy parecido, el hombre con su sombrero y la mujer arrodillada sacando ropa de una valija abierta en medio de las lavadoras. Esta vez el hombre lleva la tela flúor anudada alrededor del cuello, dejando caer su volumen hasta las rodillas cual señora que va a la playa y que no quiere mostrar sus formas antes de encontrarse en el lugar indicado para eso. Los veo y me detengo un segundo, haciendo como que busco mi teléfono, sólo para mirarlos con más detenimiento pero siempre haciendo de cuenta que estoy en la mía. La imagen es bizarra, no hay correspondencia clara entre los objetos, el lugar y los humanos. O tal vez sí.
El pareo fluorescente, el sombrero, la valija y la mujer que parece cuidar las prendas, el aspecto de este hombre. ¿Qué lazo los une?
En el doblar y desdoblar la ropa, en la media sonrisa en la cara de la mujer, en el dejarla hacer del hombre, en todo parece haber una forma de consideración, de atención.
Detrás de la vitrina refugio.